En el Líbano, el banco principal tiene previsto establecer una moneda digital nueva en 2021 a raíz de un esfuerzo general para combatir una posible crisis económica por la que se ha visto envuelto el país.
Riad Salameh, el governador del banco central, declaró en una junta de funcionarios ayer lunes diciendo que «debemos hacer un proyecto de la moneda electrónica libanesa» como medio para aumentar la confianza en los sistemas bancarios.
«En lo referente a la oferta de moneda en el libre mercado, se ha estimado que hay 10.000 millones en las casas», dijo Salameh, en la Agencia Nacional con sede en el gobierno.
Añadió que un proyecto en moneda electrónica lanzado en 2021 servirá para poner en práctica un sistema bancario sin dinero en circulación para favorecer el flujo de capital tanto al interno como a uno externo.
El Líbano recurre en gran proporción a las remisiones de su numerosa diáspora internacional. De conformidad con el Banco Mundial, en 2019 el envío de remesas de fondos personales constituía casi el 14% del PBI libanés. Esa cifra llegaba al 26,4% en 2004.
El Sr. Salameh indica que el Líbano va a mantener sus minas de oro como medida de salvaguarda contra una posible crisis de la economía mundial. Si se produjera tal crisis, la banca central estaría en condiciones de liquidar sus lingotes a través de los mecanismos de los mercados mundiales para un rescate inmediato.
Banque Du Liban, que es el banco del país, ha impulsado la idea de contar con una moneda electrónica estatal desde el año 2018 por lo menos. Las iniciativas parecen haberse incrementado a principios del año, debido a que las protestadas violentas y las carreras bancarias mudas pusieron término al sistema económico del Líbano.
Debido a la crisis del dólar, el sistema bancario reforzó el control de las transacciones en dinero extranjero, y al final una de las más importantes instituciones redujo los gastos a sólo 400 dólares al mes. Una baja de la lira libanesa ha hecho casi imposible la negociación en la misma moneda local.
Durante el mes de junio, los rebeldes incendiaron el centro bancario de Trípoli para mostrar su enfado por el desplome de la lira, que estuvo fijada por largo tiempo en 1.500 dólares. Eventualmente, la lira caería a un nivel de más de 5.000 por 1 dólar antes de restablecerse.
El creciente conflicto sobre el decreto libanés detonó una ola de compradores de Bitcoin entre la gente de la zona, y los grandes mercados paritarios como Localbitcoins tuvieron un gran aumento en su actividad.
Este caos político no es nuevo en el Líbano. El minúsculo país en el Mediterráneo ha estado luchando por formarse una entidad después de su corta guerra civil de 15 años. Gracias a un sistema basado en el reparto equitativo del poder, controlado por las élites fieles, el gobierno de este país ha sido sumamente difícil, incluso durante los períodos de una relativa calma.