El mercado de criptodivisas ha superado recientemente los 2,7 billones de dólares, un nuevo máximo histórico. Hace sólo tres años, el valor colectivo de todas las criptodivisas era de sólo 220.000 millones de dólares, lo que significa que el mercado ha crecido un 132% anual durante ese período. Esta increíble cifra es varias veces superior a la de índices bursátiles populares como el S&P 500 y el NASDAQ Composite.
Por supuesto, la criptomoneda tiende a ser más volátil. Pero asumiendo que se tiene un fondo de emergencia, una cartera bien diversificada y unas cuantas décadas hasta la jubilación, creo que tiene sentido poner un pequeño porcentaje (tal vez el 5%) de su dinero en esta clase de activos emergentes. Partiendo de esa idea, aquí hay dos criptodivisas que parecen recompensar las inversiones a largo plazo.
- Ethereum
Ethereum es una cadena de bloques programable. Los desarrolladores pueden desplegar código en la red para crear contratos inteligentes, un nombre elegante para los programas informáticos que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones. Estos contratos inteligentes permiten crear aplicaciones descentralizadas (dApps) como redes sociales, videojuegos y servicios financieros descentralizados (DeFi).
En todos los casos, esos productos no requieren una supervisión reglamentaria. Así, se puede utilizar una aplicación DeFi para prestar, pedir prestado o ahorrar criptodivisas sin pasar por un banco tradicional. Y al eliminar el intermediario, los servicios DeFi tienen el potencial de reducir costes y ampliar el acceso al sistema financiero.
Eso es genial, pero hay un problema. La cadena de bloques de Ethereum sólo admite actualmente 30 transacciones por segundo (TPS), muy lejos de los 76.000 TPS que teóricamente puede manejar Visa. Esto significa que, en su forma actual, Ethereum carece de la escalabilidad necesaria para soportar la adopción generalizada de los servicios DeFi.
Para resolver este problema, la red se encuentra en pleno proceso de actualización. A principios de 2022, Ethereum cambiará los mecanismos de consenso, pasando de la prueba de trabajo, que consume mucha energía, a la prueba de participación ecológica, una metodología que distribuye la potencia minera en función de la participación de un validador en la red.
Más adelante en el año, se añadirán 64 cadenas de fragmentos a la cadena de bloques central de Ethereum, lo que aumentará su rendimiento. Para aclarar, esos fragmentos son cadenas de bloques adicionales que distribuirán la base de datos colectiva en más infraestructura, reduciendo la congestión de la red.
Una vez que todo esté dicho y hecho, Ethereum teóricamente soportará 100.000 transacciones por segundo, a su vez, apoyando la adopción generalizada de dApps y servicios DeFi.
¿Y qué? Esas dApps y servicios DeFi requieren potencia de cálculo, y eso cuesta dinero. Por lo tanto, los usuarios deben pagar tasas de transacción para acceder a esos productos, lo que significa que tienen que comprar la criptomoneda. Si el ecosistema de aplicaciones y servicios de Ethereum se adopta de forma generalizada, la demanda resultante de la criptomoneda debería hacer subir su precio. Por eso Ethereum parece una inversión inteligente a largo plazo.
- Polkadot
Polkadot es similar a Ethereum 2.0. La plataforma comprende un blockchain central, conocido como cadena de relevo, así como cadenas laterales permanentes (parachains) y cadenas laterales dinámicas (parathreads). Cada una de esas cadenas laterales está conectada a la cadena de relevo, que a su vez es responsable de asegurar y orquestar todo el ecosistema.
¿Cuál es el objetivo? Las parachains (o parathreads) tienen el mismo propósito que las cadenas de fragmentos en Ethereum 2.0, lo que significa que pueden soportar una serie de contratos inteligentes, servicios DeFi y dApps al tiempo que permiten la transferencia de datos entre diferentes redes internas. Es más, Polkadot también soporta puentes, lo que significa que la cadena de relés puede interactuar con blockchains externas como Bitcoin o Ethereum.
Como advertencia, los parachains aún no están en funcionamiento, por lo que esta funcionalidad es algo teórica. Sin embargo, las primeras ranuras de parachain se subastarán el 11 de noviembre de 2021, un evento que permitirá a los desarrolladores de proyectos de blockchain pujar por ranuras en la cadena de relevo. Esto significa que Polkadot está en el precipicio de una enorme actualización.
Inicialmente, la plataforma soportará 20 fragmentos por bloque, pero con el tiempo escalará gradualmente a 100 fragmentos por bloque. En ese momento, su creador, Gavin Wood, cree que Polkadot soportará un millón de TPS, lo que significa que su rendimiento podría superar el de cualquier otra cadena de bloques, incluso el de Ethereum 2.0.
Sin embargo, todavía hay que tener en cuenta una variable más: la rapidez con la que se finalizan las transacciones. El TPS se refiere al rendimiento, mientras que la finalización se refiere a la rapidez con la que los datos de las transacciones pueden añadirse permanentemente a la cadena de bloques. Las transacciones en Ethereum 2.0 alcanzarán la finalización en aproximadamente seis minutos, pero el mecanismo de consenso de Polkadot permitirá la finalización en 12 a 60 segundos.
En resumen, Polkadot promete toda la funcionalidad de Ethereum 2.0 pero con una mayor capacidad de procesamiento y una finalización más rápida. Por eso esta criptodivisa podría ser una compra inteligente ahora mismo.