En Hungría, los inversores en criptomonedas podrían beneficiarse muy próximamente de una gran rebaja de impuestos, ya los responsables de la legislación pretenden aumentar la competencia del centro de Europa como consecuencia de la crisis del COVID-19.
El martes, el secretario de Estado de Finanzas, Sr. Mihály Varga, explicó en un mensaje de vídeo el programa de medidas de fomento del gobierno hasta 2022.
Entre los esfuerzos de alivio posteriores al COVID-19, el legislador estudió la posibilidad del recorte de los ingresos del tráfico de criptomonedas hasta el 15%, desde el 30,5% vigente en la actualidad. Dicha medida haría de Hungría un país mucho más eficiente en lo que se refiere a los ingresos de la criptomoneda.
La regulación de las criptomonedas no está muy avanzada en Hungría, si bien la adquisición y comercialización de bienes digitales se considera «otros ingresos» a efectos fiscales.
Tras el aumento de la actividad durante el apogeo del mercado ascendente de 2017, las operaciones con criptodivisas siguen siendo bastante discretas en Hungría si se comparan al resto de países.
No obstante, se observa un evidente aumento desde comienzos de 2021.
Hungría se ha visto envuelta en debates preliminares sobre una moneda digital del gobierno central, la CBDC. Un representante del Banco Nacional húngaro participó en una mesa redonda en agosto de 2020 con sus homólogos del Banco Nacional suizo y de Inglaterra, así como con otros, para discutir el potencial lanzamiento de CBDCs para el futuro.
Al igual que el resto de países, Hungría ha sufrido los embates de la pandemia del virus COVID-19. La nación centroeuropea tuvo en su día la peor tasa de mortalidad en el mundo a causa del COVID-19. No obstante, el país está eliminando lentamente las órdenes estrictas de alojamiento en el interior del país a partir de marzo, a medida que disminuyen los casos nuevos.