Se ha descubierto que dos empresas están llevando a cabo esquemas fraudulentos en un condado de Estados Unidos. La Fiscalía de ese condado ha presentado más de una docena de cargos penales contra esas empresas.
Basándose en las acusaciones, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó cargos contra el jefe de Bitex. Se supo que el jefe de la empresa era conocido por varios nombres como: Semisi Niu, James Waka New y James Wolfgram.
Sólo la fiscalía interpuso siete acciones penales contra él. Ha sido acusado de fraude electrónico y de blanqueo de dinero a través de criptoactivos.
Debido a sus acciones fraudulentas, muchos inversores han sufrido pérdidas en sus fondos. Como muchas de estas víctimas no tenían mucho conocimiento y comprensión sobre el manejo de la criptomoneda.
Lo que Bitex estaba haciendo
Se supo que todos los seudónimos por encima de los escritos por Wohlgramme, publicó en las redes sociales. También proporcionó contactos inexactos sobre los tipos de cambio de las criptomonedas bajo estos seudónimos.
Se hizo pasar por un multimillonario que ganó sus millones con la criptomoneda. De este modo, atrajo a posibles inversores a sus planes fraudulentos. Atrayéndolos con fotos de relojes caros, coches de alta gama y otros hechos de atracción caros.
Los investigadores del caso demostraron posteriormente que todas estas fotos no pertenecían a este hombre. La empresa Bitex no existía como tal. Después de que Wolfgram fuera estafado por inversores ricos, creó una empresa llamada Bitex y ofreció a estos inversores un buen programa que supuestamente les permitía minar la criptodivisa.
Estafando a estos inversores recibió casi dos millones de dólares, y a estos inversores les enviaba un programa que se conectaba a su pantalla y el siguiente paso era encender un rebobinado rápido de la minería ya grabada.
Una segunda empresa que fue acusada de fraude
Una segunda empresa llamada Ohana Capital Financial también resultó estar dirigida por Wolfgram. Esta empresa ofrecía servicios financieros a sus usuarios sin acceso a las esferas bancarias.
A través de esta empresa, el acusado ya había conseguido recaudar más de dos millones de dólares de otros inversores. El objetivo de esta empresa era que los usuarios dieran su dinero, por así decirlo, al depósito de criptodivisas.
Y cuando querían retirar esos fondos ellos mismos. Pero para los usuarios resultó ser una decepción, todos sus fondos se gastaron en gastos que no tenían nada que ver con Ohana Capital Financial.